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Sobriedad Espiritual

Actualizado: 17 mar 2023

¿Se ha convertido la tendencia del "New Age" en el nuevo opio de la humanidad?


Con este artículo quiero compartir un poco lo que ha sido parte de mi experiencia personal, así como lo que he podido percibir e interpretar del exterior.




El tema espiritual y todo aquello místico, desconocido, oculto, siempre ha sido de mi mayor interés y sujeto de curiosidad. Desde pequeña estuve interesada en eso, y aunque no estaba en una familia que compartía los mismos intereses que los míos, siempre conseguí crear esas "casualidades" que me llevaban a ir un poco más allá de lo conocido.


Al iniciar el camino del yoga, mi curiosidad por otras prácticas aumentó exponencialmente. Quise conocer más sobre las técnicas de respiración, sobre la meditación, tantra, kundalini, la activación de la glándula pineal por diferentes métodos, incluyendo psicodélicos y la ayahuasca. Pasé varios años con mucha sed de conocimiento y exploración. Y al mismo tiempo encerrándome en un mundo polarizado que quería desconectarse cada vez más de lo terrenal.


Después de pasar algunos años rondando en círculos intentando demostrar-me cuál era la "mejor técnica" o qué tanto sabía sobre un determinado tema, algo sucedió internamente que me dijo "STOP". Comencé a observar a un nivel más produndo lo que me sucedía en mis relaciones humanas y en la relación conmigo misma. A pesar de "tanto conocimiento espiritual" estaba cada vez más polarizada en lo que para mí sí funcionaba, como el yoga, ejercicios de respiración y meditación.


El haber asistido a varios retiros y eventos de éste género, también me hizo constatar que en esta búsqueda por la Verdad Absoluta, muchos nos hemos perdido al fascinarnos demasiado con algunas técnicas que nos hacen explorar lo sobre humano. Llegando así a desconectarnos tanto de lo terrenal que lo único que se hace es intentar escapar de la humanidad, incluyendo familia y puestos de trabajos, se rechaza aún más el sistema, y la polarización aumenta. Y para mi comprensión y reflexión personal, la polaridad no es más que una cualidad de la mente humana, que sigue siendo más terrenal que lo que yo pensaba que era más "espiritual". Rechazar lo humano, que también es Real, es simplemente parte de favorecer una polaridad, aquella de la Luz.


Y de tanto girar, constaté tanto internamente como a mi alrededor, que una vez que creemos que hemos emprendido el camino espiritual, nos queremos identificar cada vez más a él. En mi caso esto de querer aprender una nua nueva técnica, o el simple hecho de hacerme una terapia trás otra, con la finalidad de "sanar" algo más, me hizo sentir que era un cuento de nunca acabar. Un día es la astrología, otro la numerología, el yoga, las respiraciones de fuego, ceremonias de cacao, ayahuasca, etc. Siempre hay una técnica o terapia más que añadir. Había aprendido que la vía para encontrarme con mi Esencia era a través de cualquier "práctica" o terapia que me llevara a experimentar cosas más allá de lo humano.


Y lo cierto es que la sabiduría no se encuentra en la mente. La sabiduría yace en el corazón.


El intelecto nos ayuda a integrar pero no es el que nos viene a enseñar... es en el vacío y en el silencio donde nos conocemos a una mayor profundidad.


Buscar afuera es dejar de reconocer nuestro poder interior, nuestra grandeza, nuestra sabiduría interna. Es desconfiar. Es dejar de creer en nosotros mismos, es no reconocer que la Divinidad, la Consciencia, eso sobrenatural que buscamos validar afuera, ya habita en nuestro interior. Es como que si tememos confiar en nuestra Verdad Interna y necesitamos pruebas de afuera.


La espiritualidad va más allá del mundo astral... de ese estado de ebriedad que nos distrae de lo Real. Ni siquiera es una etiqueta quebamos llevar como si ahora si somos practicantes. Hemos venido a la tierra para experimentarnos en lo material. Y dentro de esa experimentación, se pretende no olvidar que somos Energía y sobretodo, Consciencia. Que a su vez, es un estado profundo de Presencia, de auto-observación, escucha, y de saber responsabilizarnos de nuestro campo emocional y mental.


Hablar de "espiritualidad" es simplemente hablar de Consciencia, de dejar morir el Ego, que es todo aquello a lo que nos hemos identificado. Es de lo que llevamos en nuestra mente, de cómo vivimos y nos relacionamos con todo lo que nos rodea. Si nos sentimos y creamos separación, o si vivimos y accionamos desde el amor. Es salir del estado de víctima y hacerse responsable de las emociones, pensamientos, creencias, identificaciones.


Y para ello no se necesita ir afuera, al contrario, es seguir el viaje hacia adentro.


Hice metáfora de esta búsqueda insaciable "por la verdad" con el opio porque percibí que todas estas vertientes de la "new age" eran la nueva droga espiritual, una forma de religión (que paradójicamente rechaza los dogmas). De tantas cosas que creía que tenía que saber y sanar, para "estar más en paz" y "alcanzar niveles de espiritualidad más profundos" empecé a alejarme de la vida, me olvidé de vivir la experiencia sin leer a la persona o situación que tenía enfrente. ¡Y que alivio sentí! Y ¡que bonito! fue volver a sentirme viva sin ninguna etiqueta o tarea pendiente.


Hoy en día, continúo con algunas herramientas. Simplemente cuando la mente es más fuerte que mi estado de Presencia. Pero ya no me siento "dependiente" de ellas para reconocerme como creadora, manifestadora y directora de mi propia película.


Y espero que las personas que se encuentran dando vueltas, así como yo lo estuve, sientan el llamado interno a parar todo lo conocido y conectar la verdadera espiritualidad que va mucho más allá de prácticas, terapias y técnicas.


Con cariño,

Karla

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